sábado, 3 de noviembre de 2007

LA TRAMA DEL ARTISTA SEGUN CRITICAS DE PRENSA

Blanco, a base de mucha superación, disciplina y capacitación académica, ha logrado situarse en un lugar destacado dentro de nuestro panorama artístico rebosando con holgura fronteras provincianas gracias a que adquirió tempranamente un estilo propio.

Humberto Vélez Coronado.

Con una marcada influencia del boom latinoamericano a Blanco se le cataloga como tendente al surrealismo internacional, con un matiz marcado del realismo mágico.
La luz y los colores cálidos y contrastados se mezclan en siluetas que están definidas en el recorrido que hacen los tejidos de las artesanías, destacándose el del mimbre y jugando con una uniformidad en todos los elementos de sus cuadros.
Tarín Gil Covilla.

Cualquiera que sea nuestra interpretación , sus tejidos han sido la fuerza dominante de este joven pintor que ha encontrado rincones o áreas totales dentro del temperamento bejuquista que ha explorado durante años buscando su lenguaje absorto en la trama y urdimbre del material para develarlo ante nuestros ojos.

Juan Carlos Contreras.
“Si se evoca a Ramiro Blanco, se encontrará que lejos del acrílico o la técnica mixta en los bodegones, mulatas y los unicornios, se prolongan los materiales propios de la región, los calabazos, las pencas, los bejucos y aquello pasa a ser ingenioso en virtud del tratamiento que se le da al convertirse en una depurada expresión estética”.
Ramiro de la Espriella.

Creando en sus lienzos un hábil juego de movimientos y volumen de clara estirpe cinética, que irradia un inquietante halo metafísico de figuras que miran más allá de lo real, Ramiro Blanco ha sabido frenar su ímpetu surrealista, muy propio de la aludida corriente en donde ha fincado su devenir plástico, que podría considerarse disuelto para este último, para magnificar una atmósfera digna del mejor Chirico, con la trama que cubre la encarnadura de esos seres que aparecen como absortos vigilantes de la nada y cuyas existencias no alcanzamos a comprender: no sabemos si son estatuas, autómatas o seres humanos iguales a nosotros".
(El Meridiano de Sucre, Mayo 16, 1998).

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