miércoles, 24 de noviembre de 2010

EL NEOBEJUQUISMO DE RAMIRO BLANCO

Ramiro Alfonso Blanco Redondo, nació en el Carmen de Bolívar el 16 de Febrero de 1950, hizo sus estudios de pintura en la Escuela de Bellas Artes de Cartagena donde obtuvo el título de Maestro en dibujo y pintura y en la Universidad de la Sabana de Bogotá, optando el título de Licenciado en Artes Plásticas. También hizo estudios de Dibujo y Pintura en la Escuela de Bellas Artes de Barranquilla y de serigrafía artística en el instituto Instein Internacional, de Bogotá.
Desde hace 20 años reside en Sincelejo, por lo que él mismo se considera un artista Sucreño.
Varios escritores y críticos de arte del país han emitido conceptos cobre sus obras.
Eduardo Márceles Daconte en El Magazín Dominical de El Espectador del 4 de agosto de 1985, dijo lo siguiente:" Ramiro Blanco se atreve a ensayar con un bejuquismo metalizado para conformar imágenes femeninas o de animales mitológicos, obteniendo una respuesta gráfica que recuerda la obra de Escher en algunos de sus trabajos". Gustavo Tatis Guerra, en la columna cultural de El Universal del 4 de Octubre de 1985 dijo: " Su trabajo lo define como el bejuquismo, consistente en hacer figuras humanas o cosas con los elementos con que ce forjan las canastas y las cestas, es decir, con bejuco y mimbre".
El maestro Ramiro Blanco ha expuesto en las más importantes galerías de la Costa y del País, en Museos, en Casas de Cultura, en Universidades y Bibliotecas y ha participado en Salones de Artes regionales y nacionales donde ha obtenido importantes premios en reconocimiento a su destacada labor artística.
Profesor y Director actualmente, del área de Artes Plásticas de la Escuela de Bellas Artes de Sincelejo, el maestro Ramiro Blanco es un verdadero orgullo artístico de Sucre y uno de los mejores pintores de la Costa Atlántica y del País.

Por: JORGE MAREL

sábado, 20 de noviembre de 2010

EL ARTE OPTICO COMO EVOLUCION DE UNA OBRA

   



Formas Orgánicas

  

Ramiro  Blanco desarrolla un trabajo de expresión plástica, rico en matices y volúmenes en los que pareciera percibirse a simple vista el movimiento y la dinámica inherentes a la obra de arte.
Cristo García Tapia.                      

sábado, 3 de noviembre de 2007

LA TRAMA DEL ARTISTA SEGUN CRITICAS DE PRENSA

Blanco, a base de mucha superación, disciplina y capacitación académica, ha logrado situarse en un lugar destacado dentro de nuestro panorama artístico rebosando con holgura fronteras provincianas gracias a que adquirió tempranamente un estilo propio.

Humberto Vélez Coronado.

Con una marcada influencia del boom latinoamericano a Blanco se le cataloga como tendente al surrealismo internacional, con un matiz marcado del realismo mágico.
La luz y los colores cálidos y contrastados se mezclan en siluetas que están definidas en el recorrido que hacen los tejidos de las artesanías, destacándose el del mimbre y jugando con una uniformidad en todos los elementos de sus cuadros.
Tarín Gil Covilla.

Cualquiera que sea nuestra interpretación , sus tejidos han sido la fuerza dominante de este joven pintor que ha encontrado rincones o áreas totales dentro del temperamento bejuquista que ha explorado durante años buscando su lenguaje absorto en la trama y urdimbre del material para develarlo ante nuestros ojos.

Juan Carlos Contreras.
“Si se evoca a Ramiro Blanco, se encontrará que lejos del acrílico o la técnica mixta en los bodegones, mulatas y los unicornios, se prolongan los materiales propios de la región, los calabazos, las pencas, los bejucos y aquello pasa a ser ingenioso en virtud del tratamiento que se le da al convertirse en una depurada expresión estética”.
Ramiro de la Espriella.

Creando en sus lienzos un hábil juego de movimientos y volumen de clara estirpe cinética, que irradia un inquietante halo metafísico de figuras que miran más allá de lo real, Ramiro Blanco ha sabido frenar su ímpetu surrealista, muy propio de la aludida corriente en donde ha fincado su devenir plástico, que podría considerarse disuelto para este último, para magnificar una atmósfera digna del mejor Chirico, con la trama que cubre la encarnadura de esos seres que aparecen como absortos vigilantes de la nada y cuyas existencias no alcanzamos a comprender: no sabemos si son estatuas, autómatas o seres humanos iguales a nosotros".
(El Meridiano de Sucre, Mayo 16, 1998).

EL HUMANISMO EN LA OBRA DE BLANCO

A través de su obra el Maestro Ramiro Blanco siente la necesidad de justificarse como testigo de un mundo que ha cambiado al hombre, el cual vive ante la amenaza de destrucciones generalizadas.
“Mi trabajo artístico es la reflexión de esa vida que nos ofrece un panorama de universal esclavitud, de esta época hostigada por la necesidad de escapar del cerco de lo utilitario”. En mi estética,(la otra piel, trenzada meticulosamente) propongo un irrenunciable viaje del hombre hacia la libertad de las dificultades internas, las que aúnan el dolor y sostienen en pie nuestra desesperación. A partir de lo utilitario se nos ha enseñado a estimar más lo vacío e incongruente y a despreciar lo que nos interesa fuertemente como individuos crecientes.
Bajo esta nueva perspectiva de su obra, el artista muestra como la adaptación del hombre toma los caracteres de una caída, de una inercia, o sumisión a esclavitud pero que más allá de ese derrumbamiento hay sentimentales victorias y gestos de ascensión.
Si en los momentos de infelicidad, cuando el mundo nos parece vacío y todo sin sugestiones nos preguntan que es lo que más ambicionamos creo yo que contestaríamos: salir de nosotros mismos, huir de este espectáculo del yo agarrotado y paralítico; y envidiamos los seres ingenuos, cuya conciencia nos parece verterse toda en aquello que están haciendo, en el goce de su fuego o su pasión. “La felicidad de estar fuera de si; del mallado que nos ata como un prometeo que pugna por moverse y no lo logra, nuestro yo convertido en puro anhelo en propósitos irrealizados, en tendencias paralíticas y conatos reprimidos”
"Mi tejido es una piel transfigurada, que lo cubre todo como forma de posesión y a la vez negación de si mismo, la cultura, lo aprendido, lo utilitario teje los actos del hombre. Y así se teje el mundo". La coraza del guerrero que quiere seguir viviendo.
"En mi trabajo percibo con extraña evidencia las líneas cruzadas y silenciosas que limitan a cada ser y lo encierra dentro de si mismo, sin ventanas hacia fuera, construyéndonos un mallado bien labrado, lo que impida transgredir lo poco que queda de libre e indómito, habitando una vida hacia adentro, al movimiento interior del espíritu, indócil y arisco, que no se deja moldear por las imposiciones del medio y ser fiel a su individual destino de hombre cóndor".
En su trabajo, el maestro, el maestro Blanco nos invita en sutil discurso a una danza en honor a la vida y todos sus instantes, a olvidar las tradiciones que tanto nos pesan y entristecen, hay que olvidar los nombres impuestos: místicos, teólogos, filósofos, que nos han entristecido la vida sometiéndola a una moral absurda, el tiempo de la escuela ha
pasado ya. ¡ahora hay que vivir!.
Delimiro Del Toro Ibáñez
Sincelejo, junio del 2002